Letur es un precioso pueblito albacetense de trazado mudéjar en la Sierra del Segura, a unos 115 kilómetros al suroeste de la capital, declarado conjunto histórico artístico en 1983. Pero si por algo destaca es por la gran presencia del agua a través de sus varias fuentes, canales, charcos… ya que la villa está cruzada por un arroyo.
Nada más llegar a la plaza Mayor para solicitar información en la oficina de turismo, ya podemos ver la primera de las fuentes que nos da la bienvenida. También en la plaza está el arco de las Moreras, de piedra natural. Como curiosidad, decir que esta plaza, en otros tiempos, fue el patio de armas de un castillo.
Si subimos por los escalones de piedra contiguos al arco de las Moreras, llegamos a otra fuente que está en la entrada al charco de Las Canales, piscina natural enclavada en el centro del pueblo y que ocupa una poza en el cauce del arroyo y que en verano sirve como zona de baño.
Y más arriba, otra bonita fuente, homenaje a los músicos. Sin salir de la plaza Mayor, pero en dirección opuesta al arco de las Moreras, está el Ayuntamiento, en un edificio renacentista del siglo XVI con dos grandes arcos de medio punto. Al frente, cómo no, ¡otra fuente!
También está la iglesia de Santa María de la Asunción, que data de finales del siglo XV y principios del siglo XVI y fue ordenada construir por la Orden de Santiago, que reconquistó la villa a los musulmanes. El edificio es de estilo gótico y renacentista y puede que originariamente hubiera una pequeña mezquita. La fachada es renacentista plateresca con decoración de hojas y frutas. Fue declarada Monumento Nacional en 1981.
Si nos adentramos por las estrechas y empinadas calles de Letur, vemos las características típicas de su arquitectura, que son paredes blancas, tejas en los tejados, forja de hierro en rejas y balcones y arcos como el de la Garría o los de la calle Puerta del Sol, que era un antiguo acceso al recinto amurallado que fue la villa antiguamente.
Así, vemos alguna fuente más, como la del Pilar, y llegamos a la pequeña ermita del Alto o de la Concepción, del siglo XVI con portada renacentista.
Más allá, llegamos al mirador de la Molatica, con vistas a los huertos de tradición árabe y al cauce del río Segura.
Y casi terminamos donde empezamos, ya que volvemos a la plaza Mayor para ir hasta el mirador de San Sebastián, desde el que se tiene una bonita vista panorámica del pueblo.
Si se tiene más tiempo, Letur es un buen punto de partida para realizar algunas rutas de senderismo, como el camino de los Cantalares, para ver el charco Pataco, o la ruta de la Cascada, para ver la cascada de Letur.
También se puede ir a la tienda de la fábrica El Cantero de Letur, que elabora productos lácteos ecológicos; en el plano que proporcionan en la oficina de turismo se incluye un 5% de descuento. Está situada en el kilómetro 1 de la carretera que va a Nerpio.